Al igual que sucedió luego de la derrota con All Boys en la fecha 3 del Apertura y, en la previa del juego con Vélez (se le ganó 2 a 1), por pedido de Claudio Borghi, el plantel abandonó el predio Pedro Pompilio, en búsqueda de mayor tranquilidad de cara al partido con River del próximo martes a las 19.00 horas.
Cábala a o no, tras perder con el Albo, Boca se había ido a practicar a Pilar. Bueno, esta vez, en la búsqueda de tomar el día como una especie de concentración para mantener al grupo unido y alejado de lo que es la habitualidad del complejo Pedro Pompilio, por decisión de Borghi, el club pagó 25 mil pesos y se fue a entrenar al Sofitel de Cardales a puertas cerradas.
Luego de una entrada en calor, el plantel realizó movimientos físicos con pelota y finalizó la mañana con fútbol en espacios reducidos. Tal como lo había anticipado ayer, Juan Román Riquelme se movió a la par del grupo. Luego del almuerzo llegará la hora de la siesta, para regresar a las canchas sobre la tarde.
Por su parte, si bien está mejor del pequeño desgarro que sufre en el sóleo de la pierna izquierda, Lucas Viatri volvió a trabajar de manera diferenciada al resto de sus compañeros. En caso de que no llegue al juego con River, el principal candidato a reemplazarlo es Pablo Mouche, sin embargo, no habría que descartar la posibilidad de que también puedan jugar Damián Escudero como media punta o Cristian Chávez como doble enlace junto a Riquelme.
Si bien Gary Medel está citado para jugar con su selección, en Boca aún tienen la esperanza de que el chileno esté presente en el Monumental, puesto que todavía no llegaron los pasajes del polifuncional jugador.
Mañana, el Xeneize regresará a entrenar al barrio de La Boca y, se cree que sería el primer ensayo futbolístico de la semana. De ser así, se podrá observar quién se perfila para ser el arquero en el Superclásico: Cristian Lucchetti o Javier García.
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